1 año usando la copa menstrual, esto es lo que he aprendido
Hace ya un año que decidí cambiar los tampones y compresas por una copa menstrual, y sinceramente, ha sido una de las mejores decisiones que he tomado.
Aunque en un principio pueda parecer complicado y te asaltan todas la dudas y temores del mundo, gracias a la copa menstrual, poco a poco he aprendido ha reconciliarme con mi cuerpo y mi menstruación.
Adios a los tampones y compresas
Me puse a investigar sobre los aspectos negativos de los productos industriales de higiene femenina como compresas y tampones y descubrí la cantidad de químicos que utilizan para que sus productos queden más blancos y para que no generen olor.
Cuando oí hablar de la copa menstrual por primera vez, se me ocurrieron miles de razones por las que no iba a funcionar pero, finalmente, me atreví a darle una oportunidad, no sólo por probar una forma más sana y natural de relacionarme con mi regla, sino también por una cuestión económica y de sostenibilidad.
Comprar una copa menstrual
Cuando yo la compré no era fácil encontrar copas menstruales en España, pero encontré una farmacia online con bastante información y la pedí. Tardó en llegar un par de días en llegar y empecé a hacer pruebas. Pero claro, hay que esperar a la regla para comprobar realmente su eficacia.
Ahora las venden incluso en Mercadona.
Las tallas
Sí, hay tallas. Esto, como con la ropa, depende un poco de las marcas pero en general hay dos tallas que están basadas en el tono muscular del suelo pélvico, no en la cantidad de flujo menstrual u otros factores. La pequeña es la que aconsejan para mujeres menores de 30 años que no hayan tenido un parto vaginal. La más grande, la mía, para mujeres mayores de 30 años, hayan tenido o no un parto.
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Cómo introducir la copa menstrual
Llegó la siguiente regla y, tras algunos intentos de insertarla -sí, requiere un poco de práctica- me di cuenta de que en realidad era muy fácil ponérsela. He oido y leído a gente que ha desistido por este tema, mi consejo es que sigas intentándolo. De verdad, vale la pena.
Muy importante: recuerda siempre lavarte las manos antes de insertar y quitar la copa menstrual.
El truco está en relajarte y tomarte tu tiempo, sobretodo las primeras veces. Un truco que he aprendido con el tiempo es mojarla antes, o echarle un poco de lubricante con base de agua. Si estás acostumbrada a los tampones, ten en cuenta que la copa debe quedar mucho más abajo ya que no tienes un “hilito” del que tirar.
Cómo retirar la copa menstrual
Ahora, entre nosotras, mi momento de pánico llegó en el momento de sacarla y es que la primera vez lo pasé realmente mal. El rabito de la copa se me escapaba entre los dedos y no era capaz de sacarla, ya me veía en el hospital y todo. Bueno, la verdad es que fui un poco dramática, y al final no era para tanto.
El primer paso es romper el vacío -sí, para que no haya fugas la copa debe hacer vacío con las paredes de la vagina-. En mi investigación sobre este tema, he descubierto dos maneras de hacerlo: la primera -a mi no me gusta tanto- es estrujar un poco la base y retorcerla; la segunda -esta es mi opción- es introducir un poco el dedo para separar la copa de las paredes de la vagina. ¡Y voilá! Ya está lista para salir.
Llegados a este punto, yo empujo con los músculos de la vagina para que salga -sí, exacto, como parirla- , me resulta mucho menos engorroso que tirar de ella, que también es una opción.
Ahora mis preocupaciones eran otras: ¿se notaría? ¿me mancharía? Bueno, la verdad es que en este tema puedo ayudaros poco, yo siempre utilizo mis Cocoro en los días de regla. Por si no las conocéis, las Cocoro son unas braguitas especiales que absorben la regla, tal como os lo digo, ¡Y se lavan en lavadora! Son estupendas -otro día os hablaré de ellas-.
Mantenimiento y limpieza de la copa menstrual
Este punto también me preocupaba un poco al principio pero he descubierto que la copa menstrual no necesita demasiados cuidados y puede llegar a durar hasta 10 años.
A ver, durante el periodo yo uso la copa la copa menstrual a todas horas. Y es que las compresas no van conmigo.
Durante el día, me la cambio cada tres o cinco horas, dependiendo del día del ciclo. No es un cambio, en realidad: se saca, se vacía, se enjuaga y lista para usar otra vez. Por la noche, la cambio antes de acostarme y otra vez al levantarme. Ahora, pasado el tiempo, me acuerdo que las primeras veces que la usé la cambiaba como cada hora. Sí, estaba un poco obsesionada por si se llenaba demasiado.
Una vez acabado el ciclo hay que esterilizarla y guardarla hasta la próxima vez. Hay varias formas de esterilizarla:
- Microondas: Yo la pongo en un envase de plástico con forma de vaso con tapa que compré en Mercadona con agua y la meto unos 5 minutos al microondas. Con el tiempo he perfeccionado el ritual, le hice unos agujeros a la tapa para vaciarla a modo de regadera y no tener que abrir el vaso al acabar. Así que la dejo guardada en el vasito en vez de en la bolsita que suele traer.
- Hervirla: Este método me parece más engorroso y la verdad es que no lo he probado. Se trata de ponerla en un cazo con agua a hervir durante unos tres o cuatro minutos. Se supone que debes meter la copa dentro de unas varillas de esas de batir huevos para que no tropiece con las paredes del cazo y se estropee. Ya os digo que yo no lo he probado.
Ventajas de la copa menstrual
Mucho mejor para tu salud
La mayoría de las copas menstruales que he investigado están fabricadas con silicona o latex, por lo que, a diferencia de los tampones y las compresas, no contiene químicos que perjudican tu vagina. Para la producciones de los tampones y compresas se utilizan gentes blanqueadores y materias químicas agresivas como lejía o cloro para blanquearlos y perfumarlos.
Además, es muy cómoda y puedes hacer tu vida normal, realizar cualquier deporte y actividad. A pesar de los temores, no se mueve, no se nota y no se ve. Una vez introducida, la copa se adapta perfectamente a las paredes vaginales quedando firmemente sujeta. Al no tener ningún hilo colgando, no notas absolutamente nada y es 100% segura e invisible.
Y puedes utilizarla hasta 12 horas seguidas, ya que la copa menstrual tiene una capacidad tres veces mayor que un tampón. Dependiendo de tu flujo, tú misma puedes comprobar con cuánta frecuencia necesitas vaciarla.
Mucho mejor para el medio ambiente
Esta fue una de las razones más importantes para dar el paso. Me puse a hacer cálculos, y de normal yo llegaba a usar unos 10 tampones en cada ciclo, teniendo en cuenta que mi flujo es más bien escaso y la regla so suele durarme más de tres días -lo sé, soy afortunada- con lo que a lo largo de un año puedo llegar a utilizar unos 130 tampones. Imagina el impacto en el medio ambiente.
Con buen cuidado, la copa menstrual te puede llegar a durar 10 años.
Mucho mejor para tu economía
Esto va también un poco ligado al punto anterior. Si calculamos que gasto 130 tampones al año y una caja de 18 unidades viene a costar unos 4€, eso hacen… ¡casi 30€ al año!
Pues sí, con la copa menstrual ahorras dinero. Con un solo un gasto inicial de entre 10 y 20 euros tienes para 10 años.
Pon en forma tu suelo pélvico
Poner en forma nuestro suelo pélvico es casi tan importante como el resto del cuerpo, ya que los músculos del suelo pélvico sostienen la parte baja del abdomen y permiten que los esfínteres cumplan con su función adecuadamente.
Por qué no consigo llegar al orgasmo
Llegar al orgasmo no siempre es tan sencillo o frecuente como te hacen creer en las películas. La realidad es que hay muchísimas personas a las que les cuesta alcanzar el clímax en el sexo.